Una de las dietas más seguidas en todo el mundo es la atribuida al cardiólogo estadounidense Robert Atkins. Este doctor publicó en 1972 un libro titulado “La revolución dietética del Dr. Atkins”, que dio a conocer su método.
Sin embargo, aunque fue Atkins quien se hizo, realmente el primero en hablar de una dieta rica en productos cárnicos fue William Banting.
El método Atkins: conócelo antes de probarlo
Esta dieta pertenece al grupo de «dieta milagrosas», llamadas científicamente “dietas cetogénicas”.
Su objetivo es generar una situación de cetosis, que se logra con una restricción de alimentos ricos en hidratos de carbono. Para Atkins, la insulina es la hormona responsable del aumento de peso.
Después de muchas críticas, en 1992 Atkins reeditó su famoso libro. En la nueva edición, Atkins permitía un mayor consumo de hidratos de carbono y de vegetales, para así aumentar el consumo de fibra.
Sin embargo, el consumo de verduras verdes no podía superar los 50 gramos por comida.
Según las Ingestas Diarias Recomendadas (IDR) para la población adulta, la dieta de Atkins presenta un desequilibrio en el aporte de nutrientes, como podemos ver en la siguiente tabla.
Nutrientes
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Dieta Atkins
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IDR
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Grasa (%)
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30-45 %
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25 %
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Proteína (%)
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65-90 %
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15 %
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Hidratos de carbono (%)
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5-20 %
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55-60 %
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Fibra (%)
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1 %
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3-5 %
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El método Atkins se divide en cuatro períodos:
– Fase de inducción
El consumo de carbohidratos es drásticamente reducido a 20 gramos diarios. El resultado será una rápida pérdida de peso en dos semanas.
– Fase de pérdida progresiva de peso (ppp)
Mientras vas perdiendo peso, aumentas la cantidad de hidratos de carbono en cinco gramos semanales. Cuando dejes de perder peso podrás interrumpir su incorporación progresiva.
El objetivo es encontrar el límite de carbohidratos que necesita tu cuerpo para seguir perdiendo peso.
– Fase pre-mantenimiento
Puedes añadir a tu dieta diaria 10 gramos de carbohidratos cada semana hasta que tu pérdida de peso se ralentice a los 450 gramos semanales.
En este punto, la ingesta de carbohidratos será la que permita a tu cuerpo mantener su peso. El objetivo es encontrar el equilibrio entre tu peso ideal y la cantidad de carbohidratos que comes.
– Fase de mantenimiento
Alcanzado el objetivo, todo lo que necesitas es seguir los “Principios Atkins” durante el resto de tu vida.
Con esta dieta se promete bajar muy pronto de peso, sin pasar hambre, sin esfuerzo, comiendo muchos alimentos que otras dietas prohíben y excluyendo los alimentos considerados más “aburridos” como las legumbres y las verduras.
Cómo nos afecta realmente la dieta Atkins
Pero…¿Qué ocurre realmente?
Durante los primeros días de una dieta pobre en hidratos de carbono, el organismo utilizará el glucógeno almacenado en el hígado y en los músculos para obtener glucosa (principal fuente de energía).
Por esta razón, todo aquel que siga esta dieta notará una rápida pérdida de peso.
Sin embargo, ese peso perdido no corresponde a tejido adiposo, que es lo interesa atacar en casos de obesidad, sino a glucógeno y agua. A los pocos días, las reservas de glucógeno se agotarán.
Pero como el cerebro continúa necesitando glucosa, nuestro organismo, que es muy listo, obtendrá esa energía quemando proteínas e impidiendo así que el cuerpo las utilice para su verdadera función.
El resto de energía lo obtendrá quemando más grasas de lo normal, provocando la acumulación de los cuerpos cetónicos.
Aparecerán síntomas como los mareos, dolores de cabeza, falta de energía, mal aliento, sudor y orina malolientes…
Efecto yo-yo y dieta Atkins
Las proteínas y las grasas sacian mucho y tardan más que los hidratos de carbono en ser digeridas, de ahí que el apetito con la dieta Atkins baje considerablemente.
Nada más abandonar esta dieta se gana peso rápidamente, pero no por la ganancia de grasa, sino por el aumento de las reservas de glucógeno y agua: Se produce el indeseado efecto yo-yo.
Además, al comer más proteínas también aumentarás indirectamente el trabajo hepático y renal, lo que implica la formación de restos nitrogenados como el ácido úrico y el aumento de las transaminsas (GOT, GPT).
Conclusión: al no comer equilibradamente y comer más grasa de lo normal, tu salud se verá gravemente afectada y aumentarás el colesterol en sangre, que conllevará un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
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Un perfecto post y muy aconsejable. Saludos
Muchas gracias por tu comentario Leonie.
¡Excelente! A pesar de haber muchas palabras lo he leído
de un tirón y he bajado a la zona de comentarios directamente para agradecerte esta entrada, genial !
Saludos
Muchísimas gracias por tu comentario, nos alegra que te haya gustado. Un fuerte abrazo