Di adiós al estrés navideño

estrés navideño

“Es la época más maravillosa, mágica y bonita del año” o “compartiendo felicidad y amor con los nuestros”. Son algunas frases que se suelen escuchar o que solemos decir cuando llega la Navidad. Sin embargo, la realidad es distinta. Evidentemente están las personas que adoran esta época del año, los que esperan con entusiasmo decorar su casa, preparar la comida y/o cena e ir a comprar los regalos navideños. Pero también nos podemos encontrar aquellas personas que odian literalmente la Navidad y todo lo que implica esta festividad: reuniones familiares, aglomeraciones para comprar los regalos o escuchar los villancicos por activa y por pasiva.

Para muchos de nosotros, la Navidad es sinónimo de estrés, presión, conflicto, ansiedad, tristeza e incluso de depresión. Algunas personas se llegan a sentir verdaderamente abrumadas tanto por los excesos como por las expectativas tan altas que se imponen y, al final, acaban deprimiéndose durante las fiestas navideñas.

La falta de tiempo, el dinero, la mala relación con algunos miembros de la familia, comprar regalos que gusten a todos, que la comida o cena salga perfecta… son algunas situaciones que contribuyen a aumentar los niveles de estrés y ansiedad en Navidad. En lugar de disfrutar lo pasamos realmente mal, tanto que nuestra salud se puede resentir. A estos sentimientos hay que sumar otro muy intenso: la tristeza por aquellos seres queridos que no están.

Consecuencias del estrés y ansiedad

Todos conocemos de primera mano los efectos que producen el estrés y la ansiedad. Son síntomas que no se les desea a nadie. Afectan a nuestros pensamientos, sentimientos y conductas. Estamos de peor humor, bajos de ánimo, agobiados, frustrados… Si no controlamos el estrés podemos sufrir hipertensión arterial, problemas cardiacos, diabetes e incluso obesidad (muchas personas comen en exceso por estrés, por ansiedad).

El problema es que en Navidad el estrés se junta con otros dos hábitos poco saludables: consumo de alcohol y de alimentos ricos en grasas y azucares. Como ves, si no se toman medidas, nuestra salud se puede resentir gravemente. Por ello, desde Farmacia Escrivá te vamos a contar cómo disfrutar de la Navidad, cómo vivirla de manera positiva, sin agobios ni presiones.

Pautas para disfrutar de la Navidad

  • Gasto económico. Una gran mayoría se siente estresado por el gasto económico que suponen las navidades. Los regalos y la compra para las comidas y/o cenas navideñas supone un verdadero gasto. Evita pasarlo mal con la cuesta de enero marcándote un límite. No gastes más de lo que no puedes.
  • Cuidado con las expectativas. Todos desean unas navidades perfectas y cuando se dan cuenta de que no existen, el estrés y la ansiedad les atacará de lleno. Se realista y piensa que la perfección no existe. Si las cosas no salen como querías, no te preocupes y mucho menos te agobies. Siempre podrás recurrir al plan B, C…
  • Conflictos familiares. Por un lado, aparecen los conflictos de pareja ya que se discute sobre dónde se van a pasar las navidades. En este caso, lo mejor es repartir las fechas navideñas entre ambas familias. Por otro lado, están los clásicos y típicos conflictos familiares. ¿Quién se lleva bien con toda su familia? Intenta dejar los rencores a un lado y mentalízate que solo tendrás que aguantar unas horas. Piensa en disfrutar y pasar un rato agradable.
  • Resérvate tiempo para ti. Combate el estrés navideño mimándote. Reserva al menos una hora al día o cada dos días para ti, para hacer lo que más te gusta o para ir a darte un masaje relajante.
  • Haz deporte. El ejercicio físico te ayudará a liberar el estrés, la tensión acumulada. Además, el deporte produce endorfinas por lo que descansarás mejor por la noche y te sentirás mucho mejor, de mejor ánimo.
  • Diviértete. La risa es la mejor terapia para alejarse del estrés. Relájate y disfruta de los pequeños momentos.
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