La semana pasada nos centramos en la desnutrición infantil, en los tipos que existen y en los síntomas para poder identificarla. Asimismo, os dimos las claves de cómo debe ser la alimentación infantil. Hoy, en Farmacia Escrivá, queremos poner de relieve la desnutrición en la tercera edad. Se trata de un problema de salud muy frecuente entre este sector de la población.
La desnutrición en personas mayores se produce por un déficit en el aporte de nutrientes, lo que implica que no se cubrirán las necesidades que necesita el organismo para su correcto funcionamiento. Las causas que conllevan a sufrir esta desnutrición son una dieta desequilibrada (se reduce el consumo de alimentos por falta de apetito y/o por dificultad para masticar) y la utilización defectuosa de los nutrientes por el organismo (problemas de absorción de los nutrientes).
Causas de la desnutrición en personas mayores
Con el envejecimiento se producen una serie de cambios que acaban afectando a la nutrición:
- Se altera el sentido del gusto y del olfato.
- Se produce una menor secreción de la saliva.
- Se produce un deterioro o falta de dentadura parcial o completa, disminución de la secreción gástrica, ausencia de apetito y sed…
- Las personas mayores tienen mayor dificultad para comprar, cocinar, servirse la comida, usar los cubiertos… En definitiva, necesitan más ayuda para realizar este tipo de tareas. Por supuesto, la soledad es muy mala. Los ancianos que comen solos ingieren menos que los que comen en compañía. De hecho, se saltan comidas o se pasan días sin comer.
Las enfermedades crónicas también juegan un papel esencial en la desnutrición. Algunas provocan problemas nutricionales mientras que otras hacen que las personas mayores tengan que llevar dietas restrictivas. Además, algunos medicamentos provocan pérdida de apetito, diarrea, estreñimiento, vómitos, alteraciones del gusto…
Otras causan que pueden desencadenar la desnutrición son:
- Demencia.
- Dolor.
- Problemas económicos.
- Alcoholismo (puede interferir en la digestión y en la absorción de nutrientes).
Diagnóstico de la desnutrición
Es importante realizar una analítica de sangre completa para conocer el estado de salud que se tiene pero, además, podemos detectar si existe desnutrición mediante:
- La valoración de la talla y del peso.
- La cuantificación de la pérdida de peso involuntaria.
- Los hábitos alimenticios y la cantidad de comida que se ingiere.
También se puede saber qué personas están en riesgo de sufrir desnutrición. Esto se puede conocer en función de la cantidad y del tipo de alimentos que tienen en casa, de sus limitaciones a la hora de comprar y cocinar los alimentos, de los medicamentos que toman y de si ha habido una pérdida de peso importante en los últimos meses. También se puede utilizar el test “Mini Nutritional Assessment” (MNA), que es un método de evaluación y screening nutricional para población anciana.
Problemas de la desnutrición
La desnutrición en personas mayores puede provocar diversos problemas de salud. Algunos de ellos son:
- El sistema inmunitario se debilita. Como consecuencia, se aumenta el riesgo de infecciones.
- Debilidad muscular y menos masa ósea. Esto provocará más caídas y, por tanto, fracturas.
- Mala cicatrización de las heridas.
- Más hospitalizaciones y más tiempo en el hospital.
- Aumenta el riesgo de muerte.
Tratamiento para la desnutrición
El objetivo para combatir la desnutrición en personas mayores será proporcionarles los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de su organismo. Para ello, se deberán poner en marcha las siguientes medidas:
- Dieta saludable y equilibrada. Al menos realizar cuatro comidas al día. El desayuno puede tener cereales integrales, una pieza de fruta y un vaso de leche/café o un yogur. Para las comidas y/o cenas se recomiendan caldos de verduras o pollos, verdura fresca, purés de verduras, legumbres, huevos, pescado y carnes magras sin grasa a la plancha, al horno o al vapor acompañada de verduras. De postre puedes darle una pieza de fruta o un yogur natural. Para merendar, puedes optar por un yogur natural, frutos secos, una compota de frutas o una pieza de fruta.
- Correcta hidratación. Debe beber agua a lo largo del día y también durante las comidas. Beber entre un litro y medio y dos litros de agua al día. Si le cuesta beber agua, se puede optar por darles infusiones, gelatina, té o caldos.
- Cuidar las articulaciones para no tener que ser totalmente dependientes de otros.
- Prepararles las comidas y comer con ellos.
- Cuidado de las prótesis dentales. Hay que asegurarse que las personas mayores se ponen la dentadura para poder comer bien.
- Suplementos nutricionales. Hay situaciones donde será necesario añadir a la dieta suplementos nutricionales para contrarrestar la falta de nutrientes. Estas situaciones pueden ser por enfermedad, después de una intervención quirúrgica o cuando no se consigue contrarrestar o equilibrar el déficit nutricional a través de la alimentación. Para más información sobre estos productos, pregúntanos. Estaremos encantados de poder ayudarte. La Farmacia Escrivà es experta en cuidados del mayor.
Para más información sobre desnutrición en personas mayores, contacta con nosotros. Nuestro farmacéutico-nutricionista te explicará todo lo que necesitas saber para tratar la desnutrición de tu familiar.